martes, 18 de octubre de 2011

Mi querida clase obrera... Si no quieres ser.. yunque... convertirte en Martillo...

 
Mi amada clase obrera

         En el hilo musical sonaba un tema de aquel mítico disco de La Unión en homenaje a Boris Vian, Mil Siluetas: "La densa atmósfera cayó en jirones con la nueva luz del amanecer. Ahuyentando el día el absurdo terror".
        
Mientras escuchaba la canción y miraba al fondo el océano azul profundo dejando a mi derecha, hacia las viñas, Sanlúcar, donde Eduardo Mendicutti escribiera El Palomo Cojo, y a mi izquierda la base Naval de Rota, lugar de partida de la muerte a tierras lejanas y futuro enclave del escudo antimisiles en honor y gloria de la humanidad en esta tierra de penitenciarías, sobre nuestras cabezas un monstruo de varias toneladas planeaba ocultándonos los secretos de su vientre.
         Un papel timbrado y un bolígrafo de diseño me invitaban a intentar responder  a la pregunta que mi amigo Pepe y Fede me habían dejado sobre la mesa. Demasiada responsabilidad para alguien que no es un teórico, sino en todo caso solo un testigo de quinta fila. Y desde esa posición reflexiono.
         Mi querida clase obrera, ¿dónde estás, que mis amigos te llaman y tú no acudes? ¿Acaso no te gustan las voces de la calle? ¿Es posible que alguien te tenga cautiva? ¿No has sido tú parte, desde tu nacimiento, de cada uno de los entierros o partos convulsivos de este planeta? ¿No engrosaste tú las filas del fascismo que vistió de luto a esta vieja Europa? ¿Y no fuiste tú quien lo paró con el Ejercito Rojo en aquella patria querida de Maiakovski, Gorki, Dostoievski, Esenin...? ¿Y acaso no eres tú la que prepara nuestro pan, construye nuestras ciudades, ara los campos y pesca el pez nuestro de cada día? Y sin embargo, yo también me pregunto: "¿Dónde está la vieja clase obrera que no se la ve en las plazas?"
         La clase obrera aquí, en Europa Occidental, fue abandonada a su suerte el mismo día que se firmo la Paz de Yalta y en el mundo se empezaron a construir dos bloques. Los partidos de la izquierda que asumieron esa división se dotaron de una estrategia, la vía pacifica al  Socialismo (un eufemismo más), y asignaron a los trabajadores la insustituible tarea histórica de pegar carteles y pagar cuotas. Decían que otro camino no era posible.
         La clase obrera ha sido atomizada como tal, como clase. Han utilizado sus propias energías para combatirla. Ha sido machacada en un mortero de piedra, sacando de ella tantos colores y matices que la pintora Inmaculada Salinas podría pintar un millón de laberintos de sus ratas sin utilizar dos veces el mismo color. Y sin embargo sigue siendo una clase en sí, no tengan ustedes ninguna duda. Ni la Historia ha muerto ni la clase obrera ha desaparecido, como nos querían hacer creer. Hoy, en su diversidad, es más amplia que ayer.
         Y si alguien me preguntara el por qué los vecinos de un barrio obrero no acude a parar el desahucio de un miembro de su comunidad, cuando hace poco por menos de eso llovían desde los balcones macetas, lavadoras y frigoríficos, solo se me ocurriría decirle que porque les han vaciado de contenido, les han robado sus señas de identidad, su naturaleza, les han hecho cómplices a cambio del consumo, dándoles la ilusión de llegar a ser clase media. Y a la primera de cambio, la élite los ha mandado a la indigencia, un escalón por debajo del que estaban mientras a la clase media la están llevando a la acera de la calle con el beneplácito de sus tutores que, desde los pulpitos de los parlamentos, justifican la rapiña que vivimos con base en las necesidades de los Dioses del Mercado, que no son otras más que las de los consejos de administración de las multinacionales y los grupos de inversiones.
         Mi amada  clase obrera, las calles están llenas de ciudadanos, pero tu lugar está vacío. Es imposible avanzar sin ti hacia posiciones profundamente democráticas. Nadie puede salvarte de tus cadenas salvo tú misma, pero eso es imposible si no te dotas de un proyecto propio que puedas  compartir con los demás. La tarea es difícil, y lo único que te ofrecen estos ladrones de guante blanco es que cambies de verdugo.
         Mientras escribo esta carta, en la planta de abajo, en el restaurante, los obreros alemanes en desuso toman vino tinto y cerveza. Y a través del hilo musical salen las notas de aquél mítico disco de la Unión: "Últimas retoques en el Metrosol. Últimas caladas agotando el tiempo. Miradas vuelan en el corredor... Todos los gatos son pardos en la oscuridad. Mujeres bailan tangos, en las calles"
 Marcos González Sedano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

SE CONTESTARAN TODOS LOS COMENTARIOS.

Esto es la solidaridad de verdad, esto es internacionalismo real.

cubainformacion.tv

Sitios para visitar

Iraq victoria nodo50 No es verdad Pentagono
Red Ires Indimedia Escavadora libano Escher
Edu-trans Mochila Sol Rebelion Guerra NO
crisisenergetica Algar net i viu
A,A,Cuba M,H.
Red Voltaire VOLTAIRENET.org RASD

Fuego sobre el Marmara - Documental íntegro

Son las dos caras de la misma moneda

Son las dos caras de la misma moneda
Todos represntan a los banqueros , a tI NO

No les votes son marionetas de los banqueros

No les votes son marionetas de los banqueros
Abstencion activa, es la solucion

Si votas siendo trabajador, votas en contra de ti y de tu clase

Si votas siendo trabajador, votas en contra de ti y de tu clase

Otra vez te vas a dejar engañar

Otra vez te vas a dejar engañar
Ellos se lo llevan, que ellos se voten

No te pelees con tu compañero por defender delincuentes y vividores

No te pelees con tu compañero por defender delincuentes y vividores

"LA CALIDAD DEL VOTO" Fidel Castro: “Si son semianalfabetos, con qué criterio votan…”

Libertad para los cinco, por un millon de firmas solidarizate

Lo que hacen los Israelies con los Palestinos, de verguenza, VERLO EN 90 SEGUNDOS

Cuando llegara un Alba en igualdad para todos los ciudadanos del mundo.

Todos con Cuba

cellpadding="2"
cubainformacion.tv

El capitalismo destruira el mundo

El capitalismo destruira el mundo
Ciudadanos del mundo levantaros por la tierra y la libertad

El Baile Rojo - La historia sobre el genocidio contra la Union Patriotica

Mover la barra para que funcione

La Internacional en banda sonora y su letra

Es un mitin corto del Che Guevara